En cualquier caso, queremos mostrarte cómo puedes conseguir tener tu casa impoluta sin que te lleve mucho tiempo ni esfuerzo.
Siguiendo nuestros consejos, no solo tendrás unos resultados que te sorprenderán, sino también lograrás confort y bienestar.
Y todo ello, sin necesidad de dedicar una jornada de trabajo en una agotadora batalla de limpieza.
¿Qué encontrarás en esta guía?
10 trucos sencillos para hacer una buena limpieza de casa
El refranero popular dice que «no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia». ¡Cuánta razón!
Los pequeños gestos diarios nuestra caótica casa en un hogar agradable y acogedor.
¿Quieres saber cómo limpiar tu casa rápidamente?
1. Ventila las habitaciones
Un sencillo gesto como el de abrir las ventanas para ventilar la casa es fundamental para renovar el aire del interior y que tenga olor a limpio.
Con que mantengas las ventanas abiertas durante 10 minutos será suficiente. Puedes hacerlo mientras haces la cama, te duchas, desayunas… Así, sin darte cuenta, estarás favoreciendo la higiene de tu hogar.
2. Haz la cama a diario
Hacer la cama es una tarea que tan solo ocupará 5 minutos de tu tiempo, pero será clave para que tu habitación tenga una apariencia más limpia y ordenada.
Además, cuando entres en tu dormitorio para descansar tras una dura jornada laboral, te sentirás mejor y solo tendrás que acostarte, en vez de tener que acomodar las sábanas antes de ir a dormir.
3. Friega después de cada comida
No obstante, para evitar que el desorden y la suciedad se apoderen de ella, es importante que no dejes los platos, sartenes y cacerolas dentro del fregadero.
Adquiere el hábito de fregar inmediatamente después de cada comida y mantén la encimera despejada y limpia. Así tendrás una sensación más agradable cada vez que entres en la cocina.
A fin de cuentas, es algo que tendrás que hacer tarde o temprano. Así que, ¡no esperes a quedarte sin platos o cubiertos!
4. Mantén la nevera limpia
Este punto no es solo importante por una cuestión de limpieza, tu salud puede verse afectada por el estado en el que se encuentra tu frigorífico.
Para tener una nevera impecable:
- Comienza por tirar los productos caducados y aquellos que huelan mal.
- Pasa una bayeta por los estantes y cajones.
- Organiza el interior de forma que los productos de mayor uso sean los más accesibles.
5. Seca el baño después de ducharte
Para que tu baño tenga una apariencia siempre limpia, no es necesario que lo limpies a diario. Lo que sí tienes que hacer cada día son pequeños gestos, como eliminar las gotas y restos de cal que se depositan en la grifería, la mampara y el espejo.
Después de ducharte o de haber usado el lavabo, acostumbrate a secar la mampara y los grifos con un paño de microfibra y usa una escobilla de goma para los cristales. Así desaparecerán fácilmente esas molestas gotas que dan un aspecto descuidado a tu baño.
6. Quita los trastos innecesarios y pon en su sitio lo demás
«Menos es más» es una máxima que realmente funciona para mantener el orden y la limpieza en el hogar.
Prescindir de los objetos, ropa y utensilios que no utilizas dejará huecos libres para que cada cosa esté en el lugar correcto.
Además, también te facilitará limpiar de forma mucho más rápida al tener el espacio despejado.
7. Recoge y guarda la ropa
Tener el tendedero plegable en medio del salón o una montaña de ropa en un rincón de la casa, no ayuda a mantener el aspecto de orden que queremos conseguir.
El proceso correcto para la ropa es: lavar, secar y colocar en su lugar.
Si te acostumbras a hacerlo en este orden, también evitarás que se arruguen o manchen.
Además, recoger y guardar la ropa en el momento que toca te ahorrará mucho tiempo y evitarás hacer maratones que suelen dar más pereza.
8. Barre, aspira y friega el suelo a menudo
No esperes a ver las pelusas revoloteando libremente por tu casa para barrer o aspirar.
Si tienes un aspirador, úsalo en lugar de la escoba, porque así evitarás que el polvo se levante y se deposite en los muebles.
Después de aspirar, pasa la fregona para desinfectar y eliminar las manchas del suelo.
9. Retira el polvo acumulado
Otra de las máximas de la limpieza es la de retirar el polvo de cada rincón de la casa comenzando de arriba hacia abajo, y tiene su lógica. Si limpias primero las superficies bajas, cuando quites el polvo de las zonas altas, este volverá a depositarse en las superficies ya limpias.
10. Lava y cambia la tapicería, cortinas, fundas y ropa de cama periódicamente
No solo debes cambiar la ropa de cama con asiduidad, las cortinas y fundas de sofás o cojines también acumulan polvo y suciedad por lo que es necesario que las laves periódicamente:
- La ropa de cama es lo que debes lavar con mayor frecuencia, lo aconsejado sería una vez por semana.
- Las cortinas deberás lavarlas cada dos o tres meses. También es recomendable aspirarlas con frecuencia para reducir la acumulación del polvo.
¿Qué necesitas para limpiar la casa?
Antes de limpiar, es aconsejable que tengas a mano todos los utensilios y productos de limpieza que vayas a necesitar:
- Para los suelos: escoba y recogedor para un barrido rápido, aspiradora para una limpieza más profunda, una mopa para los suelos de madera, y una fregona.
- Para los muebles y cristales: trapos o bayetas, plumero y productos de limpieza específicos para cada superficie.
- Para el baño: guantes, estropajo y bayeta exclusivos para esta zona de la casa, lejía u otro producto desinfectante para el inodoro, escobilla y productos especializados para las superficies esmaltadas y azulejos.
- Para la cocina: guantes, estropajos y bayetas exclusivos para este rincón del hogar, productos para limpiar la placa y el horno, lavavajillas y un cubo de basura.
Consejos para que limpiar te cueste menos
Ya conoces los trucos y los productos básicos que necesitas para limpiar. Sigue estos consejos para que limpiar no te resulte una tarea pesada y tediosa.
Evita los maratones de limpieza
Si quieres limpiar tu casa, no le dediques una jornada completa, ni tan siquiera unas cuantas horas seguidas, ya que te resultará agotador y terminarás por odiar aún más realizar las tareas domésticas.
El método 10/20 de Rachel Hoffman (20 minutos de limpieza y 10 minutos de descanso) es una excelente opción para comenzar a poner tu casa al día sin que te agobies.
Haz un poco cada día y verás que, sin darte cuenta, tendrás la casa limpia.
Ten a mano el material de limpieza
Ahorrarás mucho trabajo y esfuerzo si dispones de todos los elementos y productos necesarios para realizar la limpieza.
Comienza por la zona que más te cueste limpiar
Porque así no te resultará tan pesado. Comienza por la habitación más grande, la que más pereza te dé o la que más sucia esté. La cuestión es que, cuando acabes, no te sientas frustrada ni agotada. A la vez que limpias, debes ir ordenando y colocando cada objeto en su lugar correspondiente.
Limpia de arriba a abajo
Este consejo es válido para limpiar el polvo, ordenar los armarios o si tienes una vivienda de dos plantas. Así evitarás que la suciedad de arriba se vuelva a depositar en las zonas inferiores.
Acostumbrate a colocar todo en su lugar
Si creas el hábito de poner cada objeto que usas inmediatamente en su sitio, mantendrás el orden. Así, la limpieza resultará más fácil y rápida al tener todos los espacios despejados.
Tira todo lo que no necesites
Acumular objetos, papeles, ropa… es un acto muy frecuente que realmente no tiene utilidad alguna. Solo están para ocupar espacio y contribuye a mantener el caos, ya que lo que no usamos de forma rutinaria suele pasar al cajón de los olvidos.
Quita las manchas en el momento en que se producen
Si las dejas secar, tendrás que invertir tiempo, esfuerzo y mayor cantidad de productos que si las quitas al momento. Así sólo te llevará unos minutos y, con muy poco trabajo, habrás limpiado la mancha.
Guarda la ropa de temporada
Es la mejor manera de mantener el orden y la limpieza en los armarios. Tendrás el armario despejado y podrás visualizar rápidamente las prendas que necesites.
Realiza el planchado en varias sesiones
Si acostumbras a doblar la ropa en el momento que la recoges del tendedero, evitarás planchar más de una prenda. Procura no acumular mucha ropa para planchar y, si es inevitable, lo aconsejable es que planches en varios turnos para que no se te haga pesado.
Conclusiones
Somos conscientes de que limpiar la casa es una obligación que muchos vamos postergando en el tiempo. Cuando decidimos ponernos manos a la obra, se nos hace un mundo y realmente no sabemos por dónde comenzar.
¡Que no cunda el pánico! Con un poco de voluntad, un poco de tiempo y unos nuevos hábitos, es posible mantener nuestros hogares libres de suciedad y en orden.
¿Te animas a seguir nuestros consejos?
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